LAS VEGAS — El auge histórico de la construcción de grandes y luminosos templos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días —faros para los fieles con campanarios que apuntan hacia el cielo en todo el mundo— está encontrando resistencia en algunas partes de Estados Unidos, incluido un lugar que no es muy conocido por su moderación.
En Las Vegas, a sólo 30 minutos en auto de los relucientes casinos, los propietarios de viviendas en un vecindario rural en las laderas de las montañas se quejan de que el tamaño y la iluminación de un templo que obtuvo la aprobación de la ciudad cambiarán para siempre el ambiente de cielo oscuro. Algunos dicen que se sienten atrapados y que los funcionarios de la iglesia y la ciudad se apresuraron a aprobar el proyecto.
"Siento que a la gente le amargó el gusto ver cómo arrasaron con el vecindario", dijo Matthew DeLoe, un propietario que se opuso activamente al templo durante meses.
La mayoría de los templos construidos por la fe han sido bien recibidos, pero la lucha en Las Vegas refleja las objeciones a los planes de construcción en Texas, Wyoming e incluso en el estado natal de la religión, Utah. Las batallas están obligando a la fe, conocida ampliamente como la iglesia mormona, a explicar a los no miembros por qué los suntuosos templos son tan vitales para sus creencias.
Los templos acercan a los fieles a Dios, dicen. Son lugares para las ceremonias más sagradas, como las bodas que sellan a las parejas para la eternidad y los bautismos para traer a los familiares fallecidos u otras personas al redil. Los funcionarios insisten en que consultan con los lugareños y diseñan cuidadosamente los templos para cada entorno.
"Nuestro objetivo es dar a más miembros acceso a estos lugares tan preciosos que son sagrados para nosotros y nuestra religión", dijo el obispo presidente Gérald Caussé, un funcionario de alto rango cuyas funciones incluyen supervisar los edificios de los templos en todo el mundo, durante una entrevista con The Associated Press en Utah en junio.
Los templos están separados de los 20,000 centros de reuniones de la iglesia en todo el mundo, donde todo el mundo es bienvenido y los miembros se reúnen para los servicios dominicales. En los templos, solo se permite la entrada a los miembros devotos que siguen las reglas de la iglesia.
Miles de partidarios y opositores acérrimos llenaron las reuniones de planificación durante meses antes de que el Ayuntamiento de Las Vegas aprobara por unanimidad un templo de tres pisos en julio. De mayor tamaño que la Catedral de Notre Dame en París, tendrá un campanario dorado que se elevará casi 200 pies (61 metros).
Algunos quieren demandar para detener el proyecto. Insisten en que sus preocupaciones no tienen nada que ver con las enseñanzas religiosas de una fe a veces malinterpretada, que es conocida por su creencia en familias eternas, congregaciones muy unidas y prohibiciones al alcohol, el café, los juegos de azar y las relaciones entre personas del mismo sexo.
"No tengo ningún problema con que la iglesia esté allí, y ninguno de los vecinos tiene ningún problema con que la iglesia esté allí", dijo Sue Kristensen, de la Alianza de Preservación Rural de Nevada. "El tamaño del edificio es el problema. Está bloqueando las vistas de todos de la hermosa Lone Mountain. "Monstruosidad es la mejor palabra que se me ocurre".
Los funcionarios de la iglesia tienen otra descripción para los más de 300 templos construidos en los últimos años. “Son limpios, hermosos y tranquilos, al igual que la gente que frecuentará estos espacios sagrados”, dijo el portavoz de la iglesia, Doug Andersen.
ANUNCIARÍAN NUEVOS PROYECTOS DE TEMPLOS
Se podrían anunciar nuevos proyectos de templos en la conferencia de la iglesia que se realiza dos veces al año este fin de semana, donde los feligreses de la fe de 17.2 millones de miembros se reúnen en persona en Salt Lake City o miran en línea para obtener orientación y noticias de la iglesia.
Lo que los fieles no escucharán es cuánto cuestan los templos elaboradamente construidos y lujosamente amueblados. La iglesia se niega a revelar las cifras de construcción, pero su brazo de inversión tiene una cartera de casi 55 mil millones de dólares, según sus divulgaciones más recientes a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
La SEC multó a la iglesia y a su brazo de gestión de dinero con 5 millones de dólares en febrero de 2023 por utilizar empresas fantasma para ocultar el tamaño de las tenencias financieras de la iglesia. El escrutinio se centró en si la fe exenta de impuestos se encuentra sobre un tesoro de riqueza. El gobierno señaló que a la iglesia le preocupaba que la divulgación de su cartera condujera a “consecuencias negativas” no especificadas.
El impulso de la construcción de templos se aceleró después de que el presidente Russell M. Nelson se convirtiera en el líder de la iglesia en enero de 2018. Desde entonces se han construido aproximadamente la mitad de los templos nuevos. Nelson, que cumplió 100 años en septiembre, nombró 15 nuevas ubicaciones de templos durante una conferencia en abril pasado, para llevar el total de los que se anunciaron, abrieron o están en construcción a 350.
Es el mayor auge de construcción en la historia de la fe, dijo Matt Martinich, un investigador y miembro de la iglesia que sigue el crecimiento de la religión mundial. La construcción se aceleró después de 1980, de 19 templos en todo el mundo a 122 en 2005. El templo número 150 se inauguró en Provo, Utah, en 2016. La iglesia dice que cinco de ellos abrirán antes de fines de 2024 en Honduras; Brasil; Tooele, Utah; Casper, Wyoming; y Tallahassee, Florida.
En agosto, al norte de Pittsburgh, el público no miembro tuvo la rara oportunidad de visitar un templo, el número 196 que se completa. Candelabros de cristal, trabajos en madera y pinturas enmarcadas de escenas bíblicas idealizadas adornaban el interior.
El sitio del templo de Las Vegas es un gran terreno sin desarrollar rodeado de casas unifamiliares, escuelas y parques. Al atardecer, está envuelto por la sombra de un monumento natural rocoso, Lone Mountain.
Los residentes notan que las luces de la calle y las aceras son escasas, las casas obtienen agua de pozos y los vecinos montan a caballo en los arcenes de tierra de las carreteras. Les preocupa que el templo traiga contaminación lumínica, ruido y tráfico.
Será el segundo templo de Las Vegas. El primero se inauguró en 1989, a unos 30 minutos en auto al otro lado de la ciudad.
Bud Stoddard, un líder de la iglesia regional en el área, dijo que la estructura palaciega está destinada "a ser algo que cuando lo veamos, nuestras mentes, nuestros ojos, se dirijan inmediatamente hacia el cielo". Stoddard predijo que será un faro para los 100,000 fieles de la iglesia en Las Vegas y sus alrededores.
“Lo que creo es que dentro de cinco años, esta zona será más hermosa, más deseable”, dijo Stoddard en el lugar. “Esto garantizará un lugar de tranquilidad, un lugar de soledad”.
Lejos de Sin City, también puede acechar una pelea judicial en la ciudad texana de Fairview. El alcalde Henry Lessner dijo que los representantes de la iglesia prometieron acciones legales después de que el consejo municipal rechazara por unanimidad el mes pasado los planes para un templo que estaría entre los edificios más grandes en una comunidad de 11,000 residentes.
Con 154 pies, la torre sería más alta que las dos torres de agua de la ciudad.
Los funcionarios de la iglesia pueden argumentar que no poder tener campanarios altos infringe su derecho a la adoración. Señalan la Ley federal de Uso de Tierras Religiosas y Personas Institucionalizadas que desde 2000 ha prohibido el uso de leyes de zonificación y de referencias históricas para discriminar a las “asambleas o instituciones religiosas”.
Lessner predijo que su ciudad, en el límite del área metropolitana de Dallas-Fort Worth, podría terminar siendo un caso de prueba para la libertad arquitectónica religiosa.
“Queremos ser buenos vecinos”, dijo Lessner. “Pero nuestra comunidad no se dejará intimidar. ‘No te metas con Texas’ incluye a Fairview”.
En Las Vegas, se modificó el plan de iluminación exterior del templo y se redujo la altura del campanario 20 pies (6 metros), antes de obtener la aprobación del Ayuntamiento.
Caussé dijo que la iglesia está dispuesta a hacer ajustes que sean razonables y que no cambien el “valor espiritual o la naturaleza” del templo.
“Es muy importante para nosotros que se nos considere buenos vecinos, porque un templo no se trata de contiendas”, dijo. “Tiene que crear una conexión entre las personas y con la comunidad para ser bien recibido”.
