LOS ÁNGELES - Un latino que pasó más de dos décadas cumpliendo una condena en prisiones de máxima seguridad, por un asesinato que no cometió, celebra nuevamente su libertad.
En el salón de Justicia en Los Ángeles, el fiscal del condado, George Gascón, habló de un error garrafal en la justicia.
“El señor Torres fue una persona que fue convicta cuando era inocente, y su sentencia fue de 40 años a por vida por un asesinato que él no cometió”, dijo Gascón.
Sin embargo, Alex Torres fue arrestado en enero del 2001 y cumplió con dos décadas tras las rejas en prisiones de máxima seguridad.
“Uno piensa lo mismo todo el día, estoy aquí por algo que no hice”, dijo Torres, quien fue sentenciado erróneamente por un asesinato que no cometió.
Con su brazo en el hombro de su madre, Torres respiraba libertad, pues quedaron atrás 20 años de la difícil separación.
“No saben todos los años que nosotros pasamos de tristeza. Yo estaba muerta en vida porque sabía que mi hijo era inocente”, dijo Martha Hernández, madre del hombre exonerado.
EEUU
Cuando Torres tenía 20 años, admitió que había pugnas entre pandillas, y había tenido un enfrentamiento físico violento con un rival que fue asesinado, pero que no tenía nada que ver con ese crimen que sucedió en diciembre del 2000.
“Nuestra unidad, juntos con el California Inocence Proyect, investigamos esa información y descubrimos que eso era verdad, que él estaba en su casa, con su familia, con su madre celebrando algo familiar, y no tuvo nada que ver con este crimen”, dijo Martha Carillo, fiscal encargada de la unidad de Integridad de Convicción.
La familia nunca se dio por vencida, y en el 2006, gracias a un investigador privado, encontraron a un hombre que admitió haber conducido un auto donde viajaba el presunto gatillero y que era muy similar en apariencia a Torres. Un error de un testigo ocular fue lo que ayudó a condenar a Torres.
“Necesitamos buscar en cada caso qué pasó exactamente, porque necesitamos reparar nuestro sistema y disminuir los números de inocentes en la cárcel”, agregó Justin Brooks, director del California Innocence Proyect.
Una foto de octubre del 2020 muestra a Torres al salir de la corte, finalmente libre, y dejando atrás lo que fue una larga y dolorosa experiencia en la prisión.
“Eran muchas cosas feas. Pasé por muchas cosas no agradables. Miré muchas cosas feas, pero le doy gracias a Dios que estoy aquí, vivo”, añadió Torres.
Torres y sus abogados civiles se encargarán de llegar a un acuerdo sobre la remuneración que recibirá por el tiempo que pasó erróneamente encarcelado.
Mientras tanto, la fiscalía dijo que la persona que sospechan es el verdadero asesino, actualmente purga una sentencia por robos armados, y están recolectando evidencia para presentarle cargos por el asesinato.