Se han reportado 21,000 nuevos contagios de COVID-19 en Estados Unidos, mientras que el distanciamiento social no se está respetando durante las protestas en las principales ciudades del país.
Los expertos están preocupados por un incremento en los casos en medio de las protestas masivas tras la muerte del afroamericano George Floyd durante un arresto, pero la doctora Deborah Birx, asesora del presidente Donald Trump, dijo este martes que está trabajando con los gobiernos locales para que tengan las pruebas necesarias.
Pero si alguna persona resulta enferma, se convierte en una misión imposible rastrear todas las demás con las que estuvo en contacto.
“Esa idea de hacer trazabilidad de los contactos se puede ver afectada en un contexto donde la gente puede estar en la calle”, dijo Oscar Cabrera, experto en salud pública.
Un joven que se hizo la prueba del COVID-19 en Atlanta, Georgia, este martes, porque sabe que se ha expuesto en las protestas contra la brutalidad policial, dice que el mayor riesgo es quedarse callado.
“Yo tengo miedo, pero mis compañeros afroamericanos tienen miedo de ser víctimas de la policía”, afirmó.
En la capital del país, donde han marchado cientos de personas, las autoridades ya anunciaron un nuevo auge de casos que ha retrasado el proceso de reapertura.
Mientras tanto, el doctor Anthony Fauci, quien ha liderado los esfuerzos del Gobierno contra el coronavirus, ha instado a las personas a limitar el contacto social y ha dicho que las reuniones con el presidente sobre la pandemia cada vez son menos.
Lo cierto es que en algunas partes del país, como en Nueva York, los casos de COVID-19 siguen bajando a pesar de haber vivido lo peor de la pandemia y protestas intensas en los últimos días.
