NUEVA YORK -- Los cuatro miembros de una familia que fueron encontrados muertos el lunes dentro de su apartamento del Upper West Side, en lo que la policía calificó como un caso de homicidio-suicidio, fueron identificadas por las autoridades el martes a medida que se revelan más detalles del trágico caso.
Los cuerpos de las cuatro personas fueron hallados con heridas de cuchillo en la unidad del cuarto piso en West 86th Street entre Riverside Drive y West End Avenue alrededor de las 3 p. m. del lunes. La policía fue llamada por familiares de la víctima para un control de bienestar de sus seres queridos y, después de acceder al apartamento, los agentes encontraron a un hombre, una mujer y dos niños pequeños sin vida.
Los dos niños fueron encontrados en la sala, la madre en el pasillo y López en una habitación.
La policía identificó al padre como Edison López, de 41 años, quien según los vecinos trabajaba como superintendente del edificio. Muchos residentes dijeron que lo conocían desde hacía años y crecieron en el edificio antes de reemplazar a su padre en el cargo.
López fue encontrado con un corte en la garganta y un cuchillo a su lado, señalaron el martes fuentes policiales a nuestra cadena hermana NBC 4. Por su parte, los cuerpos de la esposa de López, Alexandra Witek, de 40 años, así como de sus dos hijos, Lucien López, de 3 años, y Calvin López, de 1 año, fueron encontrados en el pasillo con múltiples puñaladas y cortes en la garganta, dos cuchillos estaban al lado de los cuerpos.
No se encontró ninguna nota, agregaron las fuentes policiales.
Según las fuentes, la familia estuvo en el museo Intrepid con otras personas antes del hallazgo, pero no hay indicios de que tuvieran problemas, afirmaron las fuentes.
El edificio permaneció activo como lugar del crimen durante horas mientras los detectives y el médico forense de la ciudad continuaban inspeccionando el apartamento. No se ha determinado la causa oficial de las muertes en el caso.
Los residentes se sorprendieron al enterarse de la muerte de un hombre al que conocían desde hacía muchos años. Una mujer dijo que el hombre de 41 años había aceptado recientemente un nuevo trabajo en un edificio en Westchester y planeaba mudarse con su familia.
"Mantenía las cosas bajo control, era confiable, como supervisor. Les aseguro que a todos nos agradaba mucho", dijo el vecino Jeff Kimmel.
El caso sigue bajo investigación.