WASHINGTON DC - La Reserva Federal -- el banco central de Estados Unidos -- subió este miércoles en 0.75% su tasa referente a corto plazo, elevando las tasas de interés a entre 2.25% y 2.5%.
Se trata de la cuarta alza de la Fed desde marzo y la segunda consecutiva.
Las tasas de fondos federales, impuestas por la Fed, son índices de intereses por los cuales un banco le presta dinero al otro. Si bien esta no son la tasas de intereses que pagan las personas, afecta indirectamente los porcentajes de las tasas para préstamos particulares.
PRÉSTAMOS MÁS CAROS PARA CASAS Y AUTOS
Al elevar las tasas, se encarecen las nuevas hipotecas de viviendas, los préstamos para la compra de automóviles, y los cargos en los pagos de las tarjetas de crédito para millones de estadounidenses, entre otras cosas. También afecta los préstamos para pequeños negocios.
Eso a su vez hace probable que los consumidores y negocios gasten menos, aflojando el ritmo de la economía y la inflación.
Las alzas implementadas hasta ahora ya han llevado a un aumento del doble en la tasa promedio para las hipotecas a 30 años, a 5.5%, y la venta de viviendas se ha desplomado.
El banco central espera poder desacelerar el crecimiento lo suficiente como para controlar la inflación, pero no tanto que desate una recesión, un riesgo que muchos analistas temen pudiera terminar mal.
EL OBJETIVO ES ENFRIAR LA ECONOMÍA Y BAJAR LA INFLACIÓN
Algunos apuntan a que la economía se está desacelerando y pudiera incluso haberse contraído en la primera mitad del año. Como resultado, temen que la Fed pudiera terminar dificultando demasiado el crédito y causar una recesión que llevaría a despidos y un aumento del desempleo.
Mientras tanto, el aumento de la inflación y los temores de recesión han erosionado la confianza del consumidor y creando ansiedad pública sobre la economía, que está enviando señales mixtas, con una baja del crecimiento, pero con las empresas añadiendo trabajadores a un paso sólido.