NUEVA YORK - Twitter anunció este jueves que comenzó a probar una función que permitirá editar tuits durante los 30 minutos posteriores a su publicación, haciendo por fin realidad el deseo de muchos usuarios que reclaman esta opción desde hace años.
La empresa, en un mensaje en su web, explicó que por ahora las pruebas son internas, pero se ampliarán en las próximas semanas a abonados a Twitter Blue, un servicio de pago disponible en varios países.
La red social plantea la función de editar tuits como una forma de corregir erratas o añadir etiquetas que se han olvidado, por ejemplo, por lo que inicialmente ha fijado un máximo de media hora para hacer los cambios.
Los mensajes editados estarán marcados con la hora de la última edición y un ícono que, si se pulsa, permite ver las versiones anteriores del tuit.
Según Twitter, "el límite de tiempo y el historial de versiones juegan un papel importante" con el fin de "proteger la integridad de la conversación y crear un archivo público de lo que se ha dicho".
"Esperamos que, con la posibilidad de Editar Tuit, tuitear sea algo más accesible y menos estresante", explicó la compañía.
La red social anunció en abril pasado que estaba trabajando en este botón de editar, al que se había resistido durante años.
Twitter reconoció que esta es la función más demandada hasta ahora por los usuarios y dijo que quiere observar con detenimiento durante el periodo de pruebas cómo afecta a la forma en la que la gente lee, escribe y se relaciona con los tuits.
Además, dijo que está probando la función con un grupo pequeño de usuarios para poder identificar y resolver problemas potenciales.
“Eso incluye cómo la gente pudiera usar mal la función”, dijo la compañía en su mensaje. “Nunca se puede ser demasiado cuidadoso”.
El límite de tiempo y la historia de versiones tienen un papel importante, afirmó Twitter. “Eso ayuda a proteger la integridad de la conversación y a crear un historial accesible públicamente de lo que se dijo”.
El anuncio llegó poco después de que el multimillonario Elon Musk llevara a cabo una encuesta entre sus seguidores sobre este tema, aunque Twitter negó desde el primer momento que su decisión respondiera a ello y aseguró que llevaba trabajando en la idea desde el año anterior.
Musk, que por entonces ya era el mayor accionista de la empresa, presentó poco después una oferta para hacerse con su totalidad por 44,000 millones de dólares que fue aceptada por Twitter, pero unos meses después decidió cancelar el acuerdo.
Ahora, las dos partes se encaminan a un juicio previsto para octubre, después de que la compañía demandara al empresario para forzarle a completar la operación.