WASHINGTON — Los republicanos en la Cámara de Representantes aprobaron el jueves un proyecto de ley para construir más muro fronterizo entre Estados Unidos y México e imponer nuevas restricciones a quienes solicitan asilo.
La medida crea una oposición de línea dura a las políticas del presidente Joe Biden justo cuando los migrantes se aglomeraban a lo largo de la frontera tras el fin de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
El proyecto prácticamente no tiene posibilidades de convertirse en ley. Los demócratas, que tienen un estrecho control en el Senado, han catalogado las medidas como “crueles” y “antiinmigrantes” y Biden ha prometido vetarlas.
Pero los republicanos en la cámara baja programaron deliberadamente la votación para el mismo día del vencimiento del Título 42, una norma de emergencia de salud pública que permitía a las autoridades fronterizas deportar de inmediato a muchos migrantes que cruzaban la frontera de manera ilegal. Biden ha admitido que la frontera sur será “caótica por un tiempo”.
Mientras tanto, los inmigrantes sopesaban si cruzar o esperar y las autoridades estadounidenses implementan un nuevo conjunto de políticas con las cuales pretenden reprimir la inmigración no autorizada y ofrecer más vías legales.
Los republicanos se han empeñado en criticar a Biden por el aumento de la inmigración irregular durante su mandato.
Aprobar el proyecto de ley garantizaría que los legisladores republicanos de la Cámara Baja puedan decir que hicieron su parte para cumplir la promesa de campaña de proteger la frontera.
Sin embargo, tardaron meses en aprobar el proyecto de ley en la Cámara de Representantes, en medio de disputas a veces públicas entre los legisladores del Partido Republicano sobre la iniciativa.
Incluso cuando la ley estaba a punto de ser aprobada el miércoles, tuvo que ser modificada para apaciguar las preocupaciones de la llamada Bancada de la Libertad y de otros legisladores.
Las leyes estadounidenses e internacionales otorgan a los migrantes el derecho a solicitar asilo por persecución política, religiosa o racial, pero los conservadores dicen que muchas personas se aprovechan del sistema actual para vivir y trabajar en Estados Unidos mientras esperan que su solicitud de asilo sea procesada en los tribunales.
El paquete volvería a muchas de las mismas políticas aplicadas por el expresidente Donald Trump, como la construcción de vallas a lo largo de la frontera.
También restringiría el asilo al exigir que los migrantes crucen legalmente, paguen una tarifa de $50 y cumplan requisitos más estrictos para demostrar en las entrevistas iniciales que tienen un temor creíble de persecución en su país de origen.