WEST HAVEN, UTAH- La Oficina del Alguacil del condado Weber arrestó a tres sospechosos de homicidio por abuso infantil en el caso del menor de 12 años que perdió la vida el pasado 9 de julio en West Haven.
A su llegada, los agentes ayudaron a los familiares a realizarle RCP al niño hasta que los servicios de emergencias médicas llegaron al lugar y se hicieron cargo de la atención médica.
El niño fue trasladado en ambulancia a un hospital local pero lamentablemente falleció.
A través de la investigación se determinó que la muerte de la víctima fue el resultado de un homicidio por abuso infantil.
El miércoles 17 de julio de 2024, investigadores de la Oficina del Alguacil del condado de Weber arrestaron a tres personas que estarían relacionadas con este caso: el padre de la víctima, Shane Peterson, de 46 años; y la madrastra de la víctima, Nichole Scott, de 50 años.
Peterson fue acusado de un cargo de homicidio por abuso infantil, 2 cargos de abuso infantil agravado y poner en peligro a un menor.
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Scott fue acusada de homicidio por abuso infantil, 2 cargos de abuso infantil agravado, 2 cargos de obstrucción de la justicia, poner en peligro a un menor y posesión de una sustancia controlada.
El jueves 18 de julio de 2024, los investigadores de la Oficina del Alguacil del condado de Weber también arrestaron al hermano de la víctima, Tyler Peterson, de 21 años, por homicidio por abuso infantil, 2 cargos de abuso infantil agravado y obstrucción de la justicia.
“Este tipo de casos son extremadamente difíciles de procesar e investigar. Nos gustaría agradecer a la comunidad por su paciencia mientras continúa la investigación”, dijeron las autoridades.
DETALLES ESCALOFRIANTES
Según documentos se realizó una búsqueda en la propiedad de la familia donde descubrieron cámaras de vigilancia.
Durante una revisión del teléfono de la madrastra, encontraron varias capturas de pantalla que había eliminado donde se veía al menor con un pañal muy saturado, acurrucado en el suelo, sin alfombra en la habitación, sin ropa y ni mantas.
Las terribles imágenes también mostraban al menor con llagas en la espalda.
Además, la habitación parecía tener varias cámaras de seguridad debido a que las capturas de pantalla mostraban varios ángulos del niño.
Las imágenes también mostraban la manija de la puerta con un mecanismo de bloqueo colocado en el exterior de la habitación, por lo que el menor debía tocar para poder salir.
No se le había dado ningún alimento al niño, ni se les había permitido usar el baño.
Las conversaciones encontradas en los teléfonos también incluyen discusiones de cómo golpear al niño, incluso utilizando un palo de piñata para hacerlo.
Además, los tres sospechosos hablan de darle al niño solo un tercio de taza de agua, un trozo de pan y mostaza, o no darle ningún alimento.
Todos estos mensajes y pruebas revelaron un prolongado patrón de abuso a lo largo de varios años, según dicen los documentos.
Esta sigue siendo una investigación activa y en curso.