Las familias de los reclusos de la prisión estatal de Utah se reunieron el martes frente a la sede del Departamento de Correccionales del estado para protestar por el manejo de un brote de coronavirus en las instalaciones y pedir mejores medidas de seguridad.
"No importa los errores que hayan cometido en esta Tierra, nuestro ser querido nos importa", dijo Beth Thompson. Agregó que su esposo preso Keenan Thompson tiene una enfermedad autoinmune que podría hacer que contraer COVID-19 sea peligroso.
El grupo se unió a defensores de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Utah y sostuvo carteles que decían "Todo preso tiene derechos" y "Mantenga a los presos seguros durante el COVID-19".
El martes, el departamento informó que 278 reclusos habían dado positivo en las instalaciones de Draper, y alrededor de 264 de los casos se consideraron "activos". No se reportaron muertes.
El número de casos aumentó la semana pasada después de que el virus se propagara entre dos bloques separados en la prisión, dijeron las autoridades, y agregaron que los que dieron positivo han sido asintomáticos o tienen síntomas menores.
Los funcionarios de salud estatales creen que el brote se debe a un proveedor de atención médica que trató a varios presos.
La portavoz del Departamento de Correccionales, Kaitlin Felsted, dijo que el trabajador era un contratista de la prisión que vestía equipo de protección personal completo.
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El director ejecutivo del departamento, Mike Haddon, dijo que el personal de la prisión recibió equipo de protección completo, que incluía batas, máscaras y guantes para tratar de frenar la propagación. Dijo que todos los presos también recibieron máscaras.
Carrie Knowlton cree que su esposo Michael Knowlton, un recluso que dio positivo en la prueba todavía no recibe la atención médica adecuada.
"No está recibiendo ayuda porque a nadie le importa", dijo. "Los reclusos son solo números".
La ACLU de Utah demandó a la prisión por la respuesta al coronavirus en abril, pero la Corte Suprema de Utah desestimó la demanda, diciendo que el grupo no tenía la capacidad legal adecuada para llevarla a la corte.
Sara Wolovick, miembro de ACLU Equal Justice Works, dijo a The Salt Lake Tribune el martes que no han descartado más litigios.
“Esta es la situación que temíamos y queríamos evitar”, dijo. “Es por eso que presentamos nuestra demanda en abril antes de que la prisión tuviera un brote. Es muy difícil de manejar una vez que está realmente en las instalaciones ".
Se cree que la cantidad de infecciones es mucho mayor porque muchas personas no se han hecho la prueba y los estudios sugieren que las personas pueden infectarse con el virus sin sentirse enfermas.
