WASHINGTON – Un hombre de Utah fue sentenciado a 20 años de prisión seguidos de cinco años de libertad supervisada por un ataque motivado por prejuicios contra tres hombres en un negocio familiar.
El 19 de febrero de 2020, después de un juicio de cinco días, un jurado en Salt Lake City, Utah, condenó a Alan Covington por atacar a tres hombres con un poste de metal porque creía que eran mexicanos.
Según la evidencia presentada en el juicio, el 27 de noviembre de 2018, Covington, armado con un poste de metal y un hacha, ingresó a una tienda de llantas de propiedad familiar, Lopez Tires.
Al entrar a la tienda, el acusado exigió saber si los hombres eran mexicanos. Según el testimonio en el juicio, el acusado gritó que quería “matar mexicanos” y luego comenzó a balancear el poste de metal contra el dueño del negocio, su hermano y su hijo adolescente.
Covington golpeó al hijo adolescente con el poste de metal, tirándolo al suelo y causándole lesiones físicas graves en la cara. Continuó su ataque golpeando al padre varias veces en la espalda y finalmente atacó al hermano del dueño del negocio, quien pudo escapar sin lesiones y reportar el asunto a la policía. El sospechoso fue detenido por la policía cerca de la tienda de neumáticos, con un poste de metal y un hacha en su poder.
“Este acusado agredió brutalmente a una familia e intentó matar a un joven porque creía que eran mexicanos”, dijo la fiscal general adjunta Kristen Clarke, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia. “Tal violencia motivada por prejuicios está fundamentalmente en desacuerdo con nuestros valores más profundos. El Departamento de Justicia continuará persiguiendo agresivamente y llevando ante la justicia a quienes cometan tales actos”.
“Este fue un acto terrible de violencia motivada por el odio y no hay lugar para ello en nuestro estado o país”, dijo la fiscal federal Trina A. Higgins del Distrito de Utah. “Estas víctimas son parte de nuestra comunidad, y nadie debería tener que temer por su seguridad debido a su raza o nacionalidad. Ahora que Covington está tras las rejas, esperamos que las víctimas y sus familias puedan encontrar la paz y curarse de este indescriptible acto de odio”.
Local
“Esperamos que la sentencia brinde cierta medida de justicia para las víctimas, cuyas vidas nunca volverán a ser las mismas debido a las atroces acciones del Covington”, dijo el agente especial a cargo Shohini Sinha de la oficina local del FBI en Salt Lake City. “Nuestro país es rico en diversidad y la violencia motivada por el odio –como toda violencia– no tiene cabida aquí. El FBI defenderá enérgicamente los derechos civiles de todos en las comunidades a las que servimos”.
El fiscal general adjunto Clarke, el fiscal federal Higgins y el agente especial a cargo Sinha hicieron el anuncio.
La Oficina de Campo del FBI en Salt Lake City investigó el caso, con la cooperación del Departamento de Policía de Salt Lake City.
