SALT LAKE CITY, UTAH- Tener una mala comunicación con sus hijos adolescentes pueden ponerles en riesgo haciéndoles tomar decisiones cómo escapar de casa, lo que pudiera ser el inicio de una tragedia de tráfico de personas.
El problema más frecuente de la adolescencia suele ser la relación con sus padres. Para evitarlo, o al menos minimizarlo, los progenitores deben tomarse la adolescencia de su hijo con mucha paciencia, mucho amor y una buena dosis de sentido del humor, debido a que, una buena comunicación será vital para prevenir travesuras que terminen en tragedias.
Travesura o no, el hecho de que algún hijo piense en escapar por días u horas de su casa es sin duda una señal de inestabilidad emocional y, que, además, puede terminar en un incidente de tráfico de niños.
El 30 de julio es el día mundial para concienciar sobre el tráfico de personas, incluidos los niños.
María Miller, terapeuta, explica: “definitivamente que los niños están en riesgo de caer en manos de traficantes de humanos por su vulnerabilidad. Apenas su cerebro está en crecimiento o desarrollo, y realmente es super importante que los padres tengan una comunicación abierta con sus hijos desde temprana edad y advertirles sobre el peligro de conocer a personas en línea o tener videojuegos con desconocidos”.
Se estima que aproximadamente el 30% de las víctimas de la trata de personas son niños y el otro 70% son mujeres y niñas. Los primeros en la mayoría de los casos se usan para realizar trabajos forzosos en situaciones precarias, mientras que las mujeres y niñas son explotadas sexualmente desde muy temprana edad.
“Una adolescencia problemática empieza con falta de comunicación entre los adolescentes y los padres. La falta de relación cercana y no se sienten cómodos en ir a contar lo que les pasa. En contar lo que sucede en las escuelas con sus amigos a los padres. Así que empezar a crear un dialogo abierto con los adolescentes es primordial para prevenir y evitar que se escapen de casa”, agrega Miller.
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El principal objetivo de esta fecha es concienciar a las personas sobre este grave delito, pero también tomar consciencia como padres y saber que, teniendo una buena comunicación, tratando la salud mental en terapia y utilizando mecanismos de enlaces entre padres e hijos, se puede prevenir que los adolescentes huyan de casa o hasta en algunos casos terminen siendo víctimas de la trata de personas.
