SALT LAKE CITY, UTAH- Un joven mexicano soñador, recipiente de DACA, logró su sueño de graduarse como médico en la Universidad de Utah.
Joaquín Zetina Huesca, el único joven mexicano con DACA de su clase, pudo cumplir su sueño de graduarse de médico gracias al programa que beneficia a hijos de inmigrantes.
Zetina Huesca llegó a Estados Unidos junto a su madre cuando tenía 11 años.
“Crecí aquí como un joven indocumentado y durante ese tiempo muchos de mis compañeros se metieron en problemas y yo no quería que eso me sucediera”, dijo Zetina Huesca.
El joven consiguió en los estudios una vía para salir adelante. Sin embargo, al principio fue cuesta arriba hasta que se pudo beneficiar de DACA que es la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, una política migratoria del gobierno que tiene como finalidad beneficiar a ciertos inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños.
“En el 2012 fue que salió el DACA y me lo dieron en 2013. Pude empezar a trabajar en el campo médico para sacar sangre. Entré en la universidad y saqué mi Bachelor en ciencias de laboratorio médico”, comenta Zetina Huesca.
Según una anécdota familiar, desde niño estaba predestinado a ser médico. “Mi mamá cuenta una historia que, en México, un tipo me leyó la mano cuando tenía 4 años y dijo que sería médico. Y bueno durante todo este periodo uno va cambiando en sus intereses, pero viendo la comunidad hispana, particularmente la indocumentada y así fue uno de mis sueños, poder atender a quienes no tenga las mismas oportunidades”.
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Zetina Huesca agrega “mi sueño se ha podido cumplir, pero sé que el sueño de muchos aún no se ha podido cumplir. y por eso siento que es importante decir que soy DACA, que soy un dreamer para decirle a las personas, a los jóvenes más que nada que si se puede”.
Ahora el joven emprenderá un nuevo rumbo. Tiene el reto de mudarse a Chicago junto a su esposa y su bebé para ahora realizar su residencia en el estado de Illinois donde espera seguir obteniendo más experiencias y aprendizajes.
“Como mi madre siempre dice el no es garantizado siempre y hay que buscar el si. A veces nos dicen no, nos cierran puertas, pero si sigues tocando, alguna puerta se abre, y sino a veces hay que meterse por la ventana”, agrega Zetina Huesca.
