Los padres de Lauren McCluskey, asesinada en el campus de la Universidad de Utah presuntamente por su exnovio, dijeron el lunes que sienten traicionados después de que surgieron acusaciones en contra del oficial de policía que investigaba el caso.
Jill y Matt McCluskey expresaron en una demanda interpuesta contra la casa de estudio, que la policía universitaria manejó mal más de 20 reportes que la estudiante McCluskey hizo sobre el acoso que estaba sufriendo antes de su muerte.
Funcionarios de la universidad reconocieron sus errores, pero mantuvieron que la muerte de McCluskey en 2018 no se pudo evitar.
Un informe publicado el pasado domingo por el Salt Lake Tribune citó a dos policías no identificados que dijeron que el oficial Miguel Deras tenía fotos explícitas en su teléfono y mostró al menos una a su compañero de trabajo.
La estudiante de 21 años y atleta destacada de Pullman, Washington, había presentado las fotos como evidencia de que su exnovio presuntamente la estaba extorsionando.
"No la ayudó en absoluto, no intentó arrestar a nadie, solo la usó para su propio disfrute sin ayudarla en su caso", dijo Jill McCluskey, madre de la joven.
Autoridades de la universidad dijeron que realizaron una investigación interna y no encontraron evidencia de que Deras actuó de manera inapropiada.
El oficial que informó que Deras le mostró la foto dijo que solo lo hizo para preguntar cómo subirla a un archivo del caso, según el portavoz de la universidad Chris Nelson. "Si esos oficiales se nos presentan, sin duda lo revisaremos", dijo Nelson.
“Desde entonces, el departamento ha cambiado sus reglas para que las víctimas no envíen evidencia a los teléfonos de los oficiales”, agregó el portavoz de la universidad.
Deras renunció al Departamento de Policía de la Universidad de Utah después de no seguir los procedimientos a raíz de la muerte de Lauren McCluskey. Ahora trabaja como oficial en Logan, Utah, donde el departamento ha iniciado su propia investigación de las nuevas acusaciones.
La información se adhiere a la demanda contra la Universidad de Utah presentada por los padres de McCluskey por $56 millones.
La familia alega que los múltiples reportes de su hija contra Melvin Shawn Rowland no fueron tomados en serio.
El hombre comenzó a acosarla poco después de que ella terminara la breve relación con él debido en Rowland mintió sobre su nombre, edad e historia personal, dijo la policía.
El exnovio presuntamente le disparó en el campus con una pistola prestada y luego murió por suicidio.
Rowland era un delincuente sexual registrado que podría haber sido detenido fácilmente porque estaba en libertad condicional, según la demanda.
La universidad reconoció que no tomaron en cuenta varias señales de advertencia y que ha realizado mejoras significativas desde la muerte de la estudiante, incluido el nombramiento de un nuevo jefe de seguridad y un nuevo jefe de policía.
La institución educativa ha mantenido en la corte que la familia no puede demandarlos porque Rowland no era un estudiante y los funcionarios no tenían un "control sustancial" sobre él.
La familia ha dicho que cualquier dinero iría a un fideicomiso diseñado para mejorar la seguridad del campus.
"Si otras mujeres creen que las personas que supuestamente las están ayudando tomarán esas acusaciones a la ligera y, de hecho, las explotarán, entonces la Universidad de Utah simplemente no será un entorno seguro", dijo el abogado James McConkie. "Esperamos poder lograr una transparencia total para que la universidad pueda comenzar a recuperarse".