West Jordan

“No hay pruebas de que esté vivo”: el drama de la familia del joven de Utah detenido en el Congo

Tyler Thompson Jr., de 21 años, voló a África en abril con su excompañero de fútbol de la escuela secundaria, Marcel Malanga, de la misma edad, para lo que su familia creía que eran unas vacaciones, con todos los gastos pagados por el padre de su amigo.

NBC Universal, Inc.

Thompson estaba entre al menos otros dos estadounidenses que fueron nombrados por el ejército congoleño como parte de un esfuerzo fallido para derrocar al gobierno en Kinshasa.

WEST JORDAN, Utah - Los integrantes de una familia de Utah, cuyo hijo estuvo implicado en un golpe de estado frustrado en el Congo, dijeron que no están seguros de si está vivo, mientras luchan por lograr que funcionarios de Estados Unidos se pongan en contacto con él y otros dos estadounidenses, dos semanas después de su arresto.

Tyler Thompson Jr., de 21 años, voló a África en abril con su excompañero de fútbol de la escuela secundaria, Marcel Malanga, de la misma edad, para lo que su familia creía que eran unas vacaciones, con todos los gastos pagados por el padre de su amigo. Pero el itinerario podría haber incluido algo más que visitas turísticas. Otros compañeros de equipo alegaron que Marcel había ofrecido hasta $100,000 para acompañarlo en un "trabajo de seguridad" en el Congo.

Christian Malanga, que se consideraba presidente de un gobierno en la sombra en el exilio, transmitió en vivo su ataque en Kinsasa el 19 de mayo. El video muestra a su hijo nacido en Utah llevando un rifle de asalto a su lado, rodeado por docenas de hombres armados y con uniformes militares, mientras amenaza al presidente Félix Tshisekedi desde el interior del palacio presidencial. No se pudo ver a Tyler en la transmisión en vivo, pero otros videos que circulan en las redes sociales lo muestran atado y ensangrentado mientras los soldados congoleños arrestan a los estadounidenses.

El excéntrico líder golpista fue asesinado a tiros tras resistirse al arresto, dijo el ejército congoleño. En total, seis personas murieron y decenas fueron arrestadas tras ese ataque y otro contra el aliado cercano del presidente, Vital Kamerhe, según el portavoz del ejército congoleño, Sylvain Ekenge.

Una portavoz de la embajada de Estados Unidos en el Congo, Monica Shie, dijo el jueves que aún no habían logrado acceder a los prisioneros estadounidenses y no sabían cuándo comparecerían ante el tribunal.

A medida que pasan semanas sin pruebas de vida, los padres de Tyler temen que pueda haber sucumbido a una enfermedad (contrajo malaria al principio del viaje) o que sufra daño cerebral debido a uno de los muchos golpes en la cabeza que se ven en videos que circularon en las redes sociales. Se apresuran a encontrar un abogado creíble en el Congo y al mismo tiempo instan a los funcionarios estadounidenses a considerarlo detenido injustamente.

"Necesitamos que la gente de la embajada presione más", dijo el padrastro de Tyler, Jason Higbee, en una entrevista con The Associated Press en una casa familiar en West Jordan.

La familia también recurrió a los líderes electos de Utah, incluidos su gobernador y senadores, pero un experto en asuntos exteriores dijo que enfrentan grandes dificultades, ya que el Departamento de Estado tiende a ser conservador al intervenir en favor de ciudadanos estadounidenses acusados ​​de delitos tan graves. Las oficinas de los senadores Mitt Romney y Mike Lee no respondieron de inmediato a mensajes telefónicos en busca de comentarios.

Jared Genser, un abogado internacional de derechos humanos que ha representado a estadounidenses encarcelados en el extranjero, dijo que es poco probable que Tyler, Marcel y el tercer prisionero estadounidense, Benjamin Reuben Zalman-Polun, regresen pronto a casa.

"No puedo imaginar ningún escenario en el corto plazo en el que el gobierno de Estados Unidos abogue por su liberación", indicó Genser. A menos que la narrativa cambie dramáticamente, "Estados Unidos va a decir que éste no es un caso en el que podamos involucrarnos", afirmó.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, condenó el ataque y se ofreció a ayudar al Congo en su investigación.

El fallido intento de golpe se produjo en un momento difícil para el partido gobernante de Tshisekedi. Días después del ataque a la residencia de Kamerhe, la asamblea nacional lo votó como presidente, un paso crucial para formar un gobierno después de las elecciones de diciembre.

La familia de Tyler sostiene que él no tenía conocimiento de las intenciones del padre de Malanga, ni planes de activismo político, y ni siquiera planeaba ingresar al Congo. Estaban destinados a viajar solo a Sudáfrica y Eswatini, antes conocida como Suazilandia, según su madrastra, Miranda Thompson.

Los Thompson esperan que Tyler pueda ser juzgado como individuo, separado de Marcel o los demás.

La madre de Marcel, Brittney Sawyer, dijo que su hijo es inocente y simplemente había seguido a su padre. No ha respondido a múltiples solicitudes de entrevista.

Al pasar una caja de pañuelos el jueves, los padres y padrastros de Tyler esbozaron sonrisas mientras su hermano Miles, de 6 años, corría por la sala disfrazado de superhéroe, asegurándoles que estaba formando un equipo de esos personajes para traer a su hermano a casa.

Rebecca Higbee aseguró que recibió muchas fotos felices y llamadas telefónicas de su hijo al principio del viaje y que no tenía motivos para creer que se trataba de algo más que unas vacaciones normales. Incluso leyó la página de Wikipedia de Christian Malanga antes de irse y dijo que parecía un "gran tipo".

"Honestamente pensé que iba a ser una gran experiencia de crecimiento para él", expresó. Ahora es "la pesadilla de toda madre", lamentó.

Bolas de discoteca, piñatas y tanques de helio del negocio de planificación de fiestas de los Thompson (el lugar de trabajo de Tyler y Marcel) llenaron la entrada de la casa familiar.

Tyler tenía planes de abrir su propia empresa de construcción cuando regresara de África, dijo su padre, Tyler Thompson Sr. Su mayor temor es que su hijo no pueda hacer realidad esos sueños.

Genser admitió que es preocupante que la embajada no haya hecho contacto en dos semanas, pero afirmó que no es del todo inusual en las democracias emergentes. El Departamento de Estado desaconseja enfáticamente viajar al Congo y advierte que su capacidad para brindar servicios consulares de emergencia es "extremadamente limitada".

Las familias deben ser implacables al exigir que la embajada obtenga acceso rápido, según Genser, ya que la detención prolongada en régimen de incomunicación puede ocultar tortura o malos tratos.

"Nos sentimos impotentes por no poder hablar con él", dijo el padre de Tyler entre lágrimas. "No hay pruebas de que esté vivo todavía, así que tomamos el día hora por hora", concluyó.

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