MÉXICO - Las unidades de apoyo ya llegaron a Ciudad Juárez y están listas para desplegar las instalaciones con las que tratarán de contrarrestar la saturación de los hospitales en en el fronterizo estado de Chihuahua.
"Pero viene también ya en camino un segundo hospital móvil con otras 20 camas más para pacientes críticos", dice José Luis Alomía, director general de Epidemiología.
Juntos a ellos han comenzado a arribar más de un centenar de especialistas e insumos, que ayudarán en la única entidad del país donde hay semáforo rojo por el COVID-19.
"Por eso hemos vuelto a restringir diversas actividades. Hemos vuelto a las restricciones de horarios, de aforo", subraya Javier Corral, el gobernador de Chihuahua.
En los últimos días personal de Salud ha difundido videos en el que se ve la capacidad hospitalaria rebasada.
"No hay camas disponibles, ya no hay cupo dentro del hospital, ya no hay aparatos disponibles", dice una enfermera.
Las familias de los pacientes ha sido testigos del rebrote.
El tío de José Manuel Sandoval llegó a la clínica por un problema en el corazón, una semana después murió.
"Desafortunadamente aquí no hay espacio para atender a los enfermos y lo llevaron a un área donde él no tenía el COVID y aquí mismo agarró la infección en este hospital", dice Sandoval. "Aún hasta para morirse hay que esperar”.
Las cifras oficiales confirman que en 75% de las camas en los hospitales de Chihuahua están ocupadas con pacientes con COVID-19 y esta tendencia se ha mantenido por lo menos en las últimas dos semanas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó que aquí al igual que en el resto del país el número de decesos está estable, pero no negó el problema
"Sí estoy preocupado, pero más ocupado", dice López Obrador.
Sobre todo porque en al menos tres entidades más existe el riesgo de volver a la máxima alerta.