MÉXICO - Con altavoces los miembros de la fuerza civil de Nuevo León exhortan a la gente a dejar las calles para preservar su salud y la de los demás.
"Recuerden que prevenir es tarea de todos", dicen en el mensaje.
Y refuerzan la tarea a pie, tratando de convencer a quienes viven en una de las entidades mexicanas donde más casos de COVID-19 se han presentado.
"Les invitamos a que vayan a sus casas para que no lleven la enfermedad", les dicen.
En Puebla, ya pasaron de las palabras a las sanciones. Estas se aplicarán a los comercios que no cierren, a las personas que hagan reuniones pública y serán más severas para quienes sabiendo que padecen el virus salgan y contagien a otros, ellos podrían alcanzar hasta la cárcel.
"Hay un delito que se llama enfermedad por contagio voluntario y cometen un delito y tienen una sanción penal", explica Ricardo Velázquez, de la consejería jurídica de Puebla.
Lejos de ahí, en la franja fronteriza, ocho pueblos de la ruta Río Sonora también reforzaron sus medidas, con lo que ya son 14 de los 72 municipios de ese estdo que aplican la medida.
En esa zona de Sonora establecieron un toque de queda de las 9 p.m. a las 5 a.m., que será anunciado con el repique de las campanas de la iglesia de cada comunidad y las sirenas de las patrullas.
En tanto, la comunidad de Arteaga, en Coahuila, tomó la decisión de impedir el paso a quienes no vivan ahí.
"Si no hay nada por qué pasar, regrésese", les dicen.
En las filas que se forman en la carretera por el bloqueo, los encargados anuncian que ahí se registró un caso y no quieren que nadie más los contagie o se contagien.
"Está muy bien para prevenir a la gente después de la psicosis que está pasando en varias partes", dice Víctor López, un automovilista que no pudo seguir su camino.
Y precisamente tratando de evitar la propagación del virus el personal de la Secretaría de Salud de esa entidad construyó cápsulas para trasladar a los pacientes, uniendo dos tambos de plástico, colocándole una camilla y una tapa trasparente.
En tanto, en otras partes de la república recurren a la protección divina, y se asoman para recibir las bendiciones del sacerdote que recorre las calles llevando su mensaje de fe y esperanza.