MÉXICO - Las porras a México fueron el grito de esperanza luego de que se decretó en el país la Fase Dos de la pandemia por el COVID-19.
En esta etapa las autoridades llamaron a los mexicanos a mantener la distancia con otros; en la medida de lo posible, a permanecer en sus casas, suspender los eventos de más de 100 personas y las actividades laborales que involucren movilización, y sobre todo a cuidar a los ancianitos.
"Lo que nos permite es trazar el horizonte para los siguientes 30 o 40 días", dijo el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell.
El anuncio se reflejó de inmediato en las calles: la mayoría de ellas se vio más solitarias de lo que ya estaban.
Esta es la Alcaldía Benito Juárez, considerada uno de los puntos más riesgosos, ya que aquí vive la más grande concentración de adultos mayores de todo el país.
Aquí se han tomado medidas extremas de sanidad, sin embargo, como en todo el país pocos son los que ya se animan a salir.
Sonita Torres fue muy temprano al supermercado, pero dice que con la nueva alerta prolongará más su compras.
"Hay que comer y tener lo indispensable aunque sea", argumenta Torres.
Rocío Ramírez dijo que también se encerrará a partir de este día, aunque su mayor preocupación son aquellos que no pueden parar sus actividades.
"El gobierno debe de hacer algo para ayudar a esa gente", dice Ramírez.
Ángel Garduño es uno de ellos. Sabe que forma parte de la población en riesgo , pero si deja de trabajar su familia quedará en el desamparo.
"Tengo que salir, si no me muero de hambre", afirma Garduño.
El gobierno mexicano anunció apoyos económicos en medio de esta crisis, pero estos no llegan a personas como Garduño, que trabajan en la informalidad.