MÉXICO - En cada asesinato que se comete en México, el dolor no es lo único que queda.
Además de su pérdida, los deudos tienen que enfrentarse el enorme gasto que implica velar y enterrar a su ser querido.
"Sí ha habido mucha demanda", admite María Dolores de la Garma, dueña de una funeraria.
Dice que el fuerte incremento que registraron estos servicios a lo largo del año se debe a la enorme demanda generada por el alto índice de homicidios en el país.
"Como sabemos perfectamente ese tipo de personas no pueden ser cremadas, las demandas son puras inhumaciones, entonces estamos hablando que el costo de un servicio funerario abarca de los 12, 16 a 18,000 pesos" (unos $1,000), indica.
Según registros de este sector, en los últimos 12 meses los precios de los ataúdes, velatorios y cementerios aumentaron más de un 30%.
Mérida Mendoza vive en Guanajuato, entidad que concentró en el 2019 el mayor porcentaje de homicidios, y dice que contratar todo el paquete para despedir a su familiar casi la deja en la ruina.
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"Fue caro, es un servicio que no se tiene previsto e impacte al gasto familiar", dice Mendoza.
Pero ante la emergencia no hay otra opción que conseguir los recursos para pagar.
Actualmente se calcula que la compra de un ataúd y la renta de la sala de velación puede costar de $1,000 a más de $5,000, y a esto hay que sumarle el costo del lugar en el cementerio.
Ahí los espacios se cotizan hasta en $8,000, sobre todo en las entidades donde los lugares ya son escasos.
"Cuesta más caro que volver a nacer", dice uno de los habitantes de Ciudad de México. " Yo creo que se aprovechan de la situación".
Y los precios no bajarán, advierten voces en el sector, hasta que disminuya la demanda.