MÉXICO - A los 11 años, José trabaja en un mercado vendiendo comida. También sus dos hermanos dejaron la comodidad de su hogar para ayudar a su mamá, porque la pandemia le pegó tanto a su bolsillo que tendrán que decidir entre comer o seguir estudiando.
"Porque la verdad tenemos muchos gastos, económicamente nos ha perjudicado, tengo muchos gastos, yo pago renta", explica Guadalupe Espinoza, quien no sabe si sus hijos seguirán estudiando.
Y los estudiantes que pondrán en pausa su preparación académica, por la crisis económica que está dejando el COVID-19 en este país podrían ser más de 1.4 millones, indicaron integrantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
"La caída sería de aproximadamente 15.5%", detalla Cyntia Martínez, del PNUD.
Según las estimaciones obtenidas en este estudio, la situación impactaría a todos los niveles, pero más aún a la educación media y a la superior, ya que se perderían 800,000 alumnos en el tránsito de la secundaria a la preparatoria y más de 600,000 abandonarían sus estudios universitarios y de posgrado.
Bajo este escenario, los expertos prevén que los estudiantes que dejen la escuela terminarán trabajando en empleos informales, con bajos salarios y pocas posibilidades de regresar a las aulas.
"Por lo mientras voy a dejar la escuela, ayudar a mis padres aquí, económicamente en la panadería", dice José Manuel Díaz, quien aunque aceptó su nueva realidad, no se resigna a ella.
Este ciclo ingresaría a la preparatoria con el sueño de terminar una carrera y sacar a su familia de la pobreza en que viven.
Pero el COVID-19 destruyó sus planes y no tiene otra opción más que apoyar para llevar el sustento a sus hermanos.
"Trabajar, porque al no haber dinero no tengo con para pagar una televisión o internet para seguir viendo mis clases", lamenta Díaz.
Juan está en la misma situación y al igual que miles solo le resta esperar un milagro que le permita cambiar la mercancía por sus libros y cuadernos.