RÍO DE JANEIRO - Una ceremonia realizada en la estatua de Cristo Redentor en Río de Janeiro, uno de los lugares más emblemáticos del país sudamericano, incluyó la proyección de la camiseta de la selección de Brasil con el nombre y el número 10 de Pelé sobre la escultura y se leyó un mensaje del papa Francisco.
“Pelé, el nombre con que el señor Edson Arantes do Nascimento se volvió famoso globalmente, era sin duda un deportista que mostró en su vida todos los rasgos positivos del deportivismo.
La memoria del Rey del Fútbol sigue indeleble en las mentes de muchos, y estimula a las nuevas generaciones para buscar en el deporte un medio de fortalecer los lazos de unidad entre nosotros”, dice la carta del pontífice, leída mientras una orquesta local interpretaba música.
Otras ceremonias religiosas se llevaron a cabo en el Museo Pelé en Santos, la ciudad portuaria a la que el futbolista puso en el mapa, gracias a su goles y a su éxito con el club local, así como en la pequeña localidad de Tres Corações, donde el deportista nació en 1940.
El club Santos realizó también un homenaje en el Estadio Vila Belmiro, donde Edson Cholbi do Nascimento, uno de los hijos de Pelé, soltó 10 globos blancos desde el círculo central. El funeral de Pelé se realizó en ese recinto.
La FIFA rindió también honores, con un video que mostraba las mejores jugadas del astro brasileño y con el mensaje: “El legado de Pelé vivirá por siempre”.
A comienzos de este año, un diccionario brasileño optó por homenajear a Pelé al añadir su nombre como un adjetivo para describir a alguien “excepcional, incomparable y único”.
Pelé pasó casi dos décadas hechizando a los aficionados e incluso a los rivales como el anotador más productivo con Santos y con la selección brasileña. En el debate sobre quién es el mejor futbolista de la historia, Pelé suele encabezar la lista junto con los argentinos Diego Maradona y Lionel Messi, y con el portugués Cristiano Ronaldo.