Una nave espacial europea partió el viernes en una misión de 10 años para explorar Júpiter y tres de sus lunas congeladas, que se sospecha tienen océanos subterráneos.
La travesía comenzó con el lanzamiento matutino de un cohete europeo Ariane desde la Guyana Francesa, en Sudamérica.
El robot explorador, llamado Juice, tardará ocho años en llegar a Júpiter para estudiar no sólo el planeta más grande del sistema solar, sino también sus satélites Europa, Calisto y Ganímedes. Se cree que las tres lunas cubiertas de hielo contienen océanos subterráneos donde podría existir vida marina.
En lo que es quizás la hazaña más impresionante, Juice intentará entrar en órbita alrededor de Ganímedes. Ninguna nave espacial ha orbitado otra luna que la nuestra.
Con tantas lunas —95 según el último recuento—, los astrónomos consideran a Júpiter un minisistema solar, y las misiones como Juice ya deberían haber comenzado.
“No vamos a detectar vida con Juice”, admitió el científico del proyecto de la Agencia Espacial Europea, Olivier Witasse.
Pero conocer más las lunas y sus posibles mares puede acercar una respuesta a la pregunta de si hay vida en alguna parte. “Ese será el aspecto más interesante de la misión”, acotó.
Juice seguirá una ruta indirecta a Júpiter, de 4,000 millones de millas.
Llegará a 125 millas de Calisto y 250 millas de Europa y Ganímedes, y completará 35 vueltas en torno de Júpiter. Luego accionará el freno para orbitar Ganímedes, el blanco principal de esta misión de $1,800 millones.
Ganímedes es la luna más grande del sistema solar —supera en tamaño a Mercurio— y tiene su propio campo magnético, con auroras deslumbrantes en los polos.
Se cree que tiene un océano enterrado con más agua que la Tierra. Lo mismo con Europa y sus géiseres, y Calisto con sus cráteres, un posible destino para los seres humanos dada su distancia de los cinturones de radiación de Júpiter, según Scott Sheppard, del Instituto Carnegie, quien no participa de la misión Juice.
“Los mundos oceánicos en nuestro sistema solar tienen la mayor probabilidad de contener vida son los principales candidatos”, afirmó Sheppard, un cazador de lunas que ha ayudado a descubrir a más de 100 en el sistema solar.
DIEZ INSTRUMENTOS DE ÚLTIMA GENERACIÓN
Equipada con diez instrumentos de última generación llegará allí en julio de 2031, en un viaje increíble y muy complicado técnicamente, ya que tendrá que lograr el impulso necesario y ahorrar el máximo combustible. Para ello aprovechará la ayuda de la gravedad de la Tierra, la Luna y Venus.
Para eso, Juice realizará varias asistencias gravitatorias. La primera en agosto del año que viene, cuando se aproximará a la Tierra y la Luna; en 2025 necesitará el impulso de Venus, y entre 2026 y 2029 dos veces más de la Tierra.
La nave, de unas seis toneladas, afrontará su misión científica en un ambiente especialmente hostil, con alta radiación, temperaturas extremamente bajas, fuertes campos magnéticos y poca luz.
Juice investigará en profundidad el complejo entorno de Júpiter y explorará sus grandes lunas oceánicas, Europa, Calisto y, en especial, Ganímedes.
La sonda observará esos tres satélites, bajo cuyas cortezas heladas debería haber grandes océanos de agua, incluso mayores que en la Tierra, y estudiará cómo son estos mundos, cómo influyen en el entorno de Júpiter y viceversa y si presentan condiciones de habitabilidad.
COLABORACIÓN INTERNACIONAL PARA LLEGAR A JÚPITER
La misión Juice ha contado con la colaboración de 23 países, entre ellos España, que contribuye con diez científicos.
Además, dos de los instrumentos tienen participación española -en el altímetro láser Gala y la cámara Janus- y siete compañías han contribuido con diversas partes de la sonda, como la estructura y control térmico o la optimización del sistema de navegación.
Cuenta asimismo con la colaboración de la NASA, que ha aportado uno de los instrumentos (UVS) y el “hardware” para otros y la agencia espacial japonesa JAXA, también con el “hardware” de varios instrumentos.