Una disputa se volvió mortal el domingo cuando tres personas murieron y tres resultaron heridas en un tiroteo en una casa en Annapolis, Maryland, informó la policía.
Las autoridades detallaron que el tiroteo ocurrió alrededor de las 8 p.m. en una residencia en la cuadra 1000 de Paddington Place. Es posible que se haya estado llevando a cabo una fiesta de graduación, según una investigación inicial.
Dos familias hispanas ahora lloran las muertes de Mario Mireles de 27 años, Christopher Mireles de 55 años y Christopher Segovia de 25 años. Familiares de las víctimas prefirieron no hablar ante las cámaras de Telemundo 44.
De acuerdo con testigos y familiares, las seis víctimas estaban celebrando en una de las viviendas cuando un presunto enfrentamiento con un vecino por un puesto de estacionamiento desencadenó la balacera.
De acuerdo con los documentos de imputación de cargos, una disputa entre Mario Mireles y el sospechoso, Robert Smith de 43 años, se tornó física. Luego, Smith sacó un arma y le disparó a Mario Míreles y Christofer Segovia.
El padre de Mireles también falleció tras ser herido cuando salió auxiliar a su hijo.
Además, Smith presuntamente entró a su casa y siguió disparando desde la ventana.
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El sospechoso fue arrestado y permanece tras las rejas. Enfrenta 10 cargos criminales por asesinato, intento de asesinato y agresión, entre otros.
Los tres heridos fueron trasladados al hospital y permanecen en condición crítica.
Según la investigación, Smith usó dos armas de fuego. Por otro lado, ninguno de los testigos aseguró ver a las víctimas con armas.
El jefe de policía de Annapolis, Edward Jackson, describió a la comunidad como "estable" y dijo que el tiroteo era inusual en la zona.
“Ninguna área es inmune. Vivimos en una época en la que hay una gran cantidad de armas de fuego en este momento, y tenemos personas que están dispuestas a usarlas, pero eso está en todas partes en este país, eso no es exclusivo de Annapolis”, señaló Jackson.
A la luz del día del lunes por la mañana, los marcadores de evidencia mostraban dónde cayeron al suelo los casquillos.
Los vecinos le dijeron a nuestra cadena hermana NBC Washington que los disparos sonaron "como petardos".
Otro vecino cree que el incidente comenzó por una discusión sobre el estacionamiento de un vehículo.
“La gente lloraba, la gente gritaba. Era más o menos histeria”, relató.
La policía calificó el tiroteo como una "disputa interpersonal" y no fue al azar. Dijeron que no hay peligro inmediato para el público.
“Esta noche fue un ejemplo, una vez más, de violencia sin sentido: personas que intentan resolver problemas con armas. Es lo más ridículo que podemos hacer como una sociedad”, dijo el Alcalde Gavin Buckley en una conferencia de prensa el domingo por la noche. "Estamos tristes, tristes por las familias... Nada se resuelve con el uso de un arma".
La policía aún intenta determinar el motivo del tiroteo.