Un misterio clave detrás de una de las enfermedades autoinmunes más comunes puede finalmente tener una respuesta.
Investigadores de Northwestern Medicine y Brigham and Women's Hospital dicen que han descubierto la causa fundamental del lupus, una enfermedad que afecta a cientos de miles de personas en Estados Unidos.
Los científicos han sospechado durante mucho tiempo que la genética o las hormonas de una persona pueden predisponerla al lupus y que la enfermedad puede ser desencadenada por factores ambientales como una infección viral previa o la exposición a ciertas sustancias químicas.
Ahora, un estudio publicado el miércoles en la revista Nature describe una vía clara sobre cómo probablemente se desarrolla la enfermedad, señalando anomalías en el sistema inmunológico de las personas con lupus.
"Lo que encontramos fue este desequilibrio fundamental en los tipos de células T que producen los pacientes con lupus", dijo el Dr. Deepak Rao, uno de los autores del estudio y reumatólogo del Hospital Brigham and Women's de Massachusetts.
Las células T son glóbulos blancos que desempeñan un papel clave en la respuesta inmune del cuerpo.
El estudio llegó a sus hallazgos comparando muestras de sangre de 19 personas con lupus con muestras de sangre de individuos sanos. La comparación mostró que las personas con lupus tienen demasiada cantidad de una célula T particular asociada con daño en las células sanas y muy poca de otra célula T asociada con la reparación.
En el centro de este desequilibrio se encuentra una proteína llamada interferón, que ayuda a defender el cuerpo contra los patógenos. Los científicos saben desde hace muchos años que las personas con lupus tienen cantidades excesivas de interferón tipo I, pero el nuevo estudio vincula este problema con varios efectos negativos.
En primer lugar, demasiado interferón tipo I puede bloquear una proteína llamada receptor de aril hidrocarburo, que ayuda a regular la respuesta del cuerpo a las bacterias o contaminantes ambientales.
El bloqueo de este receptor dificulta la producción de células T que pueden ayudar a curar heridas en la barrera de la piel, los pulmones y el intestino. También estimula la producción de células T implicadas en la creación de autoanticuerpos, que atacan a las células sanas y son un sello distintivo del lupus.
Rao dijo que la teoría podría explicar la gran mayoría de los casos de lupus.
"Creo que esto se aplicará esencialmente a todos los pacientes con lupus", dijo.
Pero otros expertos cuestionaron la idea de que exista una explicación única para todos los casos de lupus.
"Es una investigación muy emocionante y muy esperanzadora, pero creo que podría ser demasiado pronto para decir que es la causa fundamental de la enfermedad", dijo Mara Lennard Richard, responsable del programa científico de Lupus Research Alliance. La alianza es un financiador privado de la investigación del lupus y contribuyó con subvenciones para el estudio de Rao.
Debido a que los síntomas del lupus son tan variados y los factores contribuyentes son múltiples, "ha sido muy difícil encontrar una causa única para la enfermedad", dijo Lennard Richard. "Obviamente, si esto resulta ser la causa del lupus, sería sorprendente y realmente fantástico para las personas que viven con lupus".
La Dra. Jill Buyon, directora de la división de reumatología y del Centro de Lupus de NYU Langone Health, dijo que la teoría debería probarse en una muestra más grande de personas.
“Hasta que no estudien a 100 pacientes de forma prospectiva, ¿cómo lo vamos a saber?” dijo Buyon, que no participó en el estudio.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) estiman que más de 200,000 personas en Estados Unidos tienen lupus, aunque la Lupus Foundation of America cifra el total mucho más alto: aproximadamente 1.5 millones de personas. Alrededor del 90% de las personas con lupus son mujeres.
Los síntomas comunes incluyen fatiga extrema, dolor en las articulaciones o erupciones cutáneas. En casos raros, la enfermedad puede provocar daño renal o cardíaco, o debilitar el sistema inmunológico para que el cuerpo no pueda combatir las infecciones. Estos problemas pueden ser fatales o poner en peligro la vida.
Históricamente, el lupus ha sido difícil de tratar. Muchas de las opciones actuales suprimen ampliamente el sistema inmunológico, incluidas las células T beneficiosas que combaten las infecciones. Y para algunas personas con la enfermedad, los tratamientos estándar no son efectivos.
El nuevo estudio insinúa la posibilidad de mejores tratamientos en el futuro, que podrían consistir en infusiones o pastillas, dijo el Dr. Jaehyuk Choi, uno de los autores del estudio y dermatólogo de Northwestern Medicine.
El estudio encontró que administrar anifrolumab, un medicamento que bloquea el interferón, a las personas con lupus previno el desequilibrio de las células T que probablemente conduce a la enfermedad.
"Seguimos a los pacientes que recibieron esto como parte de su atención clínica y demostramos que en los pacientes que recibieron el medicamento, este desequilibrio celular se solucionó o estaba en camino de solucionarse", dijo Choi.
En muestras de sangre de personas con lupus, los investigadores también probaron los efectos de agregar una pequeña molécula que activa el receptor de aril hidrocarburo. Descubrieron que limitaba la acumulación de células T promotoras de enfermedades.
El principal desafío para desarrollar un nuevo tratamiento, según Choi, es encontrar formas de administrarlo sin activar los receptores de aril hidrocarburos en todo el cuerpo, lo que puede provocar más efectos secundarios.
Incluso si dicho tratamiento estuviera disponible, dijo Buyon, es poco probable que funcione para todas las personas con lupus.
"Hemos llegado a un profundo entendimiento de que un fármaco no basta para todo", afirmó.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en NBC News. Haz clic aquí para leerlo.