NUEVA YORK - Suspicacias, desinformación, complacencia y demoras por los feriados y mal tiempo se han combinado para producir una tasa alarmantemente baja de vacunación contra el coronavirus entre los niños de entre 5 y 11 años en Estados Unidos, advirtieron las autoridades.
Hasta el martes, apenas poco más de 17% de los niños de ese grupo estaban plenamente vacunados, más de dos meses después de fueron declarados elegibles. Mientras la tasa de vacunación en Vermont es de 48%, la de California es de poco menos de 19% y la de Mississippi es de apenas 5%.
Las vacunaciones entre los niños de enseñanza primaria subieron una vez que las inyecciones fueron lanzadas en el otoño boreal, pero los números han subido muy lentamente desde entonces y la explosión de casos de la variante Ómicron parece haber afectado poco la tendencia.
Las tasas bajas son “muy perturbadoras”, dijo el doctor Robert Murphy, director ejecutivo del Institute for Global Health en la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern. “Es increíble”.
Los padres que titubean de vacunar a sus hijos “están corriendo un riesgo enorme y alimentando la pandemia”, agregó Murphy.
Las hospitalizaciones de niños menores de 18 años en Estados Unidos han subido en las últimas semanas a su nivel más alto.
Las bajas tasas de vacunación y el aumento de las hospitalizaciones son “un puñetazo al estómago, especialmente cuando hemos estado trabajando tan arduamente para mantener protegidos a esos chicos”, lamentó la doctora Natasha Burgert, una pediatra en Overland Park, Kansas.
Las vacunas han demostrado ser inocuas y eficaces para reducir el riesgo de síntomas graves, hospitalizaciones y muertes.
En total, 63% de las personas en Estados Unidos están plenamente vacunadas. Entre los niños entre 12 y 17 años, la tasa es de 54%.
La dosis de vacunas para el COVID-19 para niños pequeños han sido autorizadas en al menos 12 países. En Canadá, donde las dosis de Pfizer para niños de 5 a 11 años fueron autorizadas en noviembre, apenas 2% de los niños están plenamente vacunados.
Tormentas de nieve, tornados y otras condiciones desfavorables del tiempo en diciembre han demorado el ritmo de las vacunaciones en Estados Unidos, aparte de la temporada navideña. Con todo, algunos padres siguen inseguros sobre la necesidad de vacunar a sus hijos, algo que preocupa a muchos médicos.