WASHINGTON - La Casa Blanca anunció el miércoles una compra adicional de $1,000 millones en pruebas rápidas del COVID-19 en el hogar, ya que algunos funcionarios de salud pública temen que Estados Unidos pueda sufrir otra ola de infecciones este invierno.
La medida, además de la reciente autorización de la FDA de una nueva prueba rápida de antígenos de ACON Laboratories, ampliará significativamente la capacidad de prueba en el hogar de la nación en los próximos meses, dijo la Casa Blanca. La administración ha enfrentado críticas de que las pruebas rápidas en el hogar no están ampliamente disponibles y que las que están en el mercado son demasiado caras.
El plan triplicará la cantidad de pruebas en el hogar en el mercado a principios de noviembre y cuadriplicará esa cantidad para diciembre, lo que le dará a EEUU 200 millones de pruebas por mes, según el coordinador de COVID-19 de la Casa Blanca, Jeffrey Zients. Zients dijo que la administración espera que una compra tan grande proporcione a las empresas de pruebas suficiente demanda para expandir su producción de manufactura.